El Correo de la UNESCO
Material type: Continuing resourceAnalytics: Show analyticsPublication details: París : Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura., Description: 50 págsDDC classification:- N. 12 dic. 1992
Item type | Current library | Collection | Call number | Status | Date due | Barcode | Item holds | |
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Revistas | Biblioteca Bachillerato Hemeroteca | Colección Hemeroteca | N. 12 dic. 1992 (Browse shelf(Opens below)) | Available | 91215B |
El deporte se ha convertido en un lenguaje universal. Nadie se sustrae a su influjo, en un momento u otro de su vida, como forma de esparcimiento, de cultura física o de superación de sí mismo. Concierne a todas las sociedades, como fenómeno de masas, motivo de entusiasmo colectivo y a veces instrumento de integración social. Y en ciertas circunstancias copas del mundo, juegos olímpicos burla todas las fronteras políticas o ideológicas y logra la comunión, en un mismo fervor, de casi mil millones de personas, es decir de un público planetario
Pero la mundialización del deporte sólo se ha conseguido dando cada vez más importancia a un aspecto específico de éste, la competición, y más concretamente a la alta competición, en perjuicio de sus elementos lúdicos y educativos, y supervalorando en definitiva un número limitado de disciplinas espectaculares. Ello ha acarreado a su vez una mediatización y una comercialización crecientes de las proezas deportivas.
De ahí las desviaciones que se observan estos últimos años: la profesionalización a ultranza que conduce a una especialización precoz de los atletas, provoca en ellos un agotamiento excesivo y llega incluso a inducirlos al dopado; el afán de lucro ligado indisolublemente a las proporciones gigantescas que ha cobrado el espectáculo deportivo de masas; la irrupción del sectarismo, cuando no del chovinismo, resultante de un espíritu de competición exacerbado y utilizado, de manera más o menos irresponsable, como un derivativo frente a las frustraciones sociales o nacionales.
Para algunos todo ello justifica una condena del deporte mismo. Pero sería olvidar que, más allá de sus excesos, el deporte es - y sigue siendo para la mayoría de los hombres - una fuente irreemplazable de perfeccionamiento a la vez que una magnífica escuela de convivialidad, una forma por demás civilizada de confrontación individual y colectiva. Basada en la sutil alquimia de un esfuerzo en que el deseo de ir más lejos que el otro se expresa en el respeto absoluto de reglas que son las mismas para todos, la competición termina por acercar a los adversarios, haciendo que victoria y derrota se fundan en un mismo amor al arte practicado en común.
Para la UNESCO, una de cuyas misiones es velar por la pureza de los valores éticos que sirven de base al deporte, éste seguirá siendo un vector indispensable de fraternidad planetaria mientras conserve, para la mayoría de los hombres, ese carácter de "escuela de nobleza" que según Pierre de Coubertin, hace ya cien años, constituía su vocación primordial.
Tomado de: https://es.unesco.org/courier/diciembre-1992
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