Catálogo Digital
Local cover image
Local cover image

El Correo de la UNESCO

Material type: Continuing resourceContinuing resourceAnalytics: Show analyticsPublication details: París : Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura., Description: 50 págsDDC classification:
  • N. 11 nov. 1992
Online resources: In: El Correo de la UNESCOSummary: Montevideo 1990, Praga 1991, Túnez 1992 etapas sucesivas del debate abierto por la UNESCO sobre la democracia en el mundo de hoy. Ello no es casual. La democracia, en efecto, ya no es el privilegio histórico de un continente. Se ha convertido, para citar la célebre frase de Sartre aplicada antaño al marxismo, en el "horizonte insuperable" de nuestro tiempo. En América Latina y en el este de Europa, sin duda, pero también, aunque no se diga con bastante frecuencia, fuera del área cultural europea, en Africa y en Asia, las esperanzas de renovación adoptan cada vez más la vía de la democracia. Superados el lirismo nacionalista y los espejismos socialistas, en el Sur el individuo aspira a una ciudadanía que lo proteja, a la vez, de las presiones comunitarias y de la opresión estatal. En una sociedad que le impone tantos deberes, desea ahora gozar de derechos, asumir responsabilidades, ejercer la libertad de pensamiento y de expresión, de elegir y de destituir a sus dirigentes. Pero al extenderse a todo el planeta, el ideal de libertad tropieza con obstáculos hasta ahora desconocidos y se plantea nuevos interrogantes. Según las circunstancias, las expectativas a las que se asocia son diferentes. Para algunos se condensa esencialmente en una fórmula negativa: el fin de la dictadura. Para otros, corresponde a un formidable anhelo de emancipación individual, es sinónimo de un espacio democrático de contornos todavía imprecisos, en un contexto político, económico y cultural en plena transformación; para otros aun, comienza a significar el establecimiento de instituciones jurídicas y políticas concretas. En todas las latitudes, la democracia sólo existe allí donde los gobernados pueden elegir a sus gobernantes. Pero ésta no es más que una condición previa. Es necesario además que todas las partes involucradas respeten las reglas del juego democrático y que ninguna de ellas pueda utilizar el sufragio universal para llegar al poder y privar luego de él a todas las demás. La democracia debe, para ello, arraigarse en un conjunto de valores, de normas, de prioridades, basadas en un amplio consenso, que sean compartidas por la mayoría y permitan compromisos aceptables entre intereses divergentes. Por último, en un contexto en que ciertas decisiones económicas y tecnológicas fundamentales se adoptan a nivel mundial y ya no nacional o regional , el desarrollo mismo de la experiencia democrática en un país determinado depende de que la situación internacional sea más o menos favorable. El equilibrio económico y la solidaridad que la democracia reclama dentro de un país se hacen cada día más necesarios a escala planetaria. ¿No equivale ello a afirmar que el destino de la libertad depende ahora, en gran medida, de cada uno de nosotros? Tomado de: https://es.unesco.org/courier/noviembre-1992
Tags from this library: No tags from this library for this title. Log in to add tags.
Star ratings
    Average rating: 0.0 (0 votes)
Holdings
Item type Current library Collection Call number Status Date due Barcode Item holds
Revistas Revistas Biblioteca Bachillerato Hemeroteca Colección Hemeroteca N. 11 nov. 1992 (Browse shelf(Opens below)) Available 91216B
Total holds: 0

Montevideo 1990, Praga 1991, Túnez 1992 etapas sucesivas del debate abierto por la UNESCO sobre la democracia en el mundo de hoy. Ello no es casual. La democracia, en efecto, ya no es el privilegio histórico de un continente. Se ha convertido, para citar la célebre frase de Sartre aplicada antaño al marxismo, en el "horizonte insuperable" de nuestro tiempo. En América Latina y en el este de Europa, sin duda, pero también, aunque no se diga con bastante frecuencia, fuera del área cultural europea, en Africa y en Asia, las esperanzas de renovación adoptan cada vez más la vía de la democracia. Superados el lirismo nacionalista y los espejismos socialistas, en el Sur el individuo aspira a una ciudadanía que lo proteja, a la vez, de las presiones comunitarias y de la opresión estatal.

En una sociedad que le impone tantos deberes, desea ahora gozar de derechos, asumir responsabilidades, ejercer la libertad de pensamiento y de expresión, de elegir y de destituir a sus dirigentes.

Pero al extenderse a todo el planeta, el ideal de libertad tropieza con obstáculos hasta ahora desconocidos y se plantea nuevos interrogantes. Según las circunstancias, las expectativas a las que se asocia son diferentes. Para algunos se condensa esencialmente en una fórmula negativa: el fin de la dictadura. Para otros, corresponde a un formidable anhelo de emancipación individual, es sinónimo de un espacio democrático de contornos todavía imprecisos, en un contexto político, económico y cultural en plena transformación; para otros aun, comienza a significar el establecimiento de instituciones jurídicas y políticas concretas.

En todas las latitudes, la democracia sólo existe allí donde los gobernados pueden elegir a sus gobernantes. Pero ésta no es más que una condición previa. Es necesario además que todas las partes involucradas respeten las reglas del juego democrático y que ninguna de ellas pueda utilizar el sufragio universal para llegar al poder y privar luego de él a todas las demás. La democracia debe, para ello, arraigarse en un conjunto de valores, de normas, de prioridades, basadas en un amplio consenso, que sean compartidas por la mayoría y permitan compromisos aceptables entre intereses divergentes.

Por último, en un contexto en que ciertas decisiones económicas y tecnológicas fundamentales se adoptan a nivel mundial y ya no nacional o regional , el desarrollo mismo de la experiencia democrática en un país determinado depende de que la situación internacional sea más o menos favorable. El equilibrio económico y la solidaridad que la democracia reclama dentro de un país se hacen cada día más necesarios a escala planetaria. ¿No equivale ello a afirmar que el destino de la libertad depende ahora, en gran medida, de cada uno de nosotros?

Tomado de: https://es.unesco.org/courier/noviembre-1992

There are no comments on this title.

to post a comment.

Click on an image to view it in the image viewer

Local cover image